El Cagómetro

Solemos escuchar las «chapas» de Jesús Prieto (@elabuchus) de vez en cuando en el podcast, pero hoy, ha decidido escribir unas líneas dando su opinión. Pasen y lean…

Bueno, pues que ahora lo llaman así. Ciertamente cuando estás arriba del todo tienes mucho más que perder que cuando andas por el sexto puesto. Y si se le suma la tendencia al catastrofismo y a huir del favoritismo que históricamente ha tenido nuestra gente (mi viejo es incapaz de asumir el favoritismo ni ganando 5-0 en el descuento del partido) pues la verdad es que es lógico que aparezca el vértigo.


Lo que personalmente no entiendo es la tendencia a comprar ciertos discursos. Hacemos palabra del altísimo de aquellas opiniones (casi nunca basadas en un mínimo intento de informar) vertidas en tertulias, debates o pospartidos, cuando no en la retransmisión de un partido.
Recuerdo perfectamente aquel «no consuman» que un día expresó con mucho acierto Simeone. Y es que lo suyo es criticar, pero viendo los partidos, los resultados, la evolución táctica y está claro que el Cholo pedía el ánimo y el respeto pero desde el conocimiento propio. El juego no es preciosista, pero sí efectivo, sí esforzado, sí solidario. Véalo ud. y tenga su opinión buena o mala.


Mi duda cuando escucho todo esta tormenta mediática y cuando observo su influencia sobre la masa, muchos de ellos atléticos confesos, es si se es realmente crítico del todo. Si encontramos errores en el juego o la táctica de nuestro equipo o bien si buscando abrazar la fé del buen futbol, lo bueno de los grandes, su competitividad… etc.

Llegados a este punto, me pregunto por qué no podemos ejercer esa rebeldía que siempre hemos tenido los del Atleti. Que a la vez que tachamos de sesgados a los indivíduos que aparecen en los podcast como Aplasta Arteche, porque son aficionados sin más, por qué no exigimos y somos críticos con aquellos que aparecen en los grandes medios. Se sacaron un título o, sin él, tienen una experiencia o simplemente se lo han creído o cumplen con instrucciones del ser superior.


No consuman, sean críticos, no vendan su cerebro, no se dejen ganar por los apóstoles y sobre todo sus intereses. Mejor nos irá y luego ya veremos lo que se gana y lo que se pierde, pero comprando ese discurso y jugando a su juego no creo que nos vaya mejor.

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